Durante un año hemos estado viendo una
sucesión de hechos lamentables en nuestra ciudad. Han aparecido
gatos muertos y heridos de manera excesivamente cruel. Mi nombre es
Javier Cózar. Hace unos 8 años, mi esposa y yo visitamos esta
hermosa ciudad que nos enamoró. Su entorno, su paisaje y su
pintoresca estampa nos cautivó hasta el punto de hacer lo imposible
por lograr una vivienda y establecernos aquí. Los primeros años
estuve trabajando para el ayuntamiento al cual agradezco enormemente
la oportunidad que puso en mis manos. Y con el paso de los meses nos
fuimos adaptando a sus gentes y a su clima en ocasiones extremo.
Un día realizando mis labores de
limpieza por las calles, encontré a un cachorro de gatito de color
gris al cual es indescriptible las atrocidades que sufrió. Me tembló
el cuerpo al ver esta imagen. Tuve que tragar mucha saliva, mucha
rabia... Para recoger el cuerpo inerte y retirarlo. Reconozco mi
extrema sensibilidad hacia los gatos. Pero creo que todos los que
conviven con estos seres tan especiales acaban desarrollando esta
sensibilidad.
En otra ocasión, una vecina que vive
relativamente cerca de donde yo vivo... Alarmada... Desencajada... A
su gata, le habían causado lesiones gravísimas causando su muerte. La
pobre gata era mansa, se dejaba tocar inocente confiaba del
humano. A otra vecina le pasó algo parecido, sólo
que en esta ocasión salió alarmada y los asesinos huyeron sin
acabar su propósito. La gata pudo recuperarse pero con secuelas
graves para toda su vida. Otro gato llegó a mi casa por su propio
pié sin mandíbula inferior. Le poníamos jamón de York amontonado
para que pudera directamente tragarlo. Para beber tuvimos que
preparar un recipiente para que pudiera introducir su boca hasta que
el nivel del agua llegaba a su garganta y así la tragaba
literalmente. Un día dejó de acercarse seguramente por la infección
de las heridas que acabarían con su vida. Intentamos cogerlo como
pudimos pero debido al trauma no podíamos acercarnos a él sin que
saliera huyendo.
En casa tengo dos gatos hermanos que
tuve que adoptar porque su madre cayó en un lazo de los muchos que
ponen por aquí para acabar con los zorros hambrientos que debido a
la falta de alimento se acercan buscando algo que comer. La gata
tenía a los cachorros con menos de un mes. Y vino arrastrándose
hasta mi casa ya que el lazo había seccionado su columna vertebral y
sólo le funcionaban las patas delanteras. Por desgracia murió causa
de estas atrocidades. El último episodio que hemos vivido ha sido el
de una gata que según los indicios ha muerto apaleada. Por suerte
tenía unos cachorros que adopto otra gata y al menos los pequeños
se han salvado. Ante mi impotencia sólo se me ha ocurrido publicar
los hechos pidiendo ayuda para frenar esta barbarie.
Envíe un comunicado al ayuntamiento
solicitando medidas para frenar estos hechos. A día de hoy no he
obtenido ninguna respuesta. Ruego que si alguien tiene alguna prueba
o indicio de quienes están haciendo esta barbarie, me las faciliten
para emprender acciones legales contra quienes hacen estas
barbaridades. Lamento mucho la imagen que puede estar quedando de
este pueblo en el exterior. Pero el silencio no ayuda.
gatos.albarracin@gmail.com
Autor Texto y Fotos (Javier Cozar)