La experiencia nos
dice donde y cuando les gusta a los gatos ser acariciados. En
general, los gatos prefieren ser acariciados alrededor de la cabeza,
los hombros, por el cuerpo, pero sobre todo la atención se centra
generalmente en la cabeza y hombros donde se encuentran cinco
glándulas de feromonas en la cabeza.
En
general no les suele gustar ser acariciados por las patas traseras,
también suele ser conflictiva la "zona de barriga", esta
posición puede hacer sentirse vulnerable y provocar una respuesta
defensiva. Pero nuestro gato nos avisa si está conforme con las
caricias mediante diferentes signos corporales y lenguaje verbal.
Estos signos son: quedarse quieto cerrando los ojos, parpadear
lentamente. mover su cabeza y el cuerpo.
Pero nuestro gato también nos indica
que zonas les resulta más gratificantes a la hora de acariciar,
generalmente suelen ser las mejillas, entre las orejas y los ojos, la
parte superior de la cabeza, el estómago y también bajo la
barbilla, aunque cada gato es diferente y cada uno tendrá su zona
especial preferida.
Un estudio realizado en 2002 indica que
el 40% de los 90 gatos estudiados preferían ser acariciados en el
área alrededor de la cabeza, el 27% prefería sus mejillas, nariz,
zona de los ojos o debajo de la barbilla. Otro 21% le gustaba más
ser acariciados en las orejas en concreto el área temporal y detrás
de las orejas. Solo un 8% de los gatos preferían ser acariciados en
el estómago o la cola (en la base o por toda) y por último el 4% no
dejó muy claro que zonas eran sus predilectas.
En general los gatos se sienten más
seguros siendo acariciados en sus zonas delanteras, ya que pueden ver
lo que está pasando, además de recordar como hemos mencionado, ser
la zona con mayor cantidad de glándulas depositando su aroma cuando
se frotan.