Estamos en primavera sinónimo de alergias, los árboles se llenan de hojas, campos llenos de flores pero también comienza en el ambiente a percibirse cierta saturación de sutiles pelusillas, esporas, mohos, toda una ensalada campera que satura la nariz felina de un gato alérgico, o también ir sumando ojos, picores de orejas y más zonas corporales.
Generalmente
los síntomas que pueden alertarnos suelen ser enrojecimiento,
picores en el cuerpo creándose calvas incluso herídas superficiales
provocadas por el picor y desmesura rascando. Cuando el pelo crece
pica y se convierte en un círculo vicioso. El grado de alergia varía
en cada gato, desde leves síntomas hasta llegar a desenvocar en asma
felino. Las alergias más comunes en gatos son:
Alimentarias
Inhaladas (atopía)
Provocadas por la saliva de
la pulga
Las causas, igual que en los humanos, peden tener una gran variedad: estacionales, a determinados alimentos, reacciones a la composición del tejido donde duermen, pulgas, la lista es casi interminable. Resulta bastante frecuente que un gato sea alérgico a varios elementos. En cuanto a identificar que lo provoca, nos viene muy bien armarnos de paciencia, especialmente cuando se relaciona con algún alimento, en estos casos el análisis de sangre no suele ser muy certero.
Una
vez diagnositcado con su tratamiento en marcha, seguir una serie de
pautas en nuestra casa conseguiremos prevenir futuras crisis
alérgicas de nuestro gato, evitar en todo lo posible el polvo,
plantas, buena humificación del ambiente, y especial cuidado en las
zonas donde descanse mas amenudo.