Secciones:

Los gatos y las plantas de interior

Los gatos son animales carnívoros, entonces las plantas no deberían llamar su atención, en cambio no deja ni una hoja sin mordisquear en la maceta. En la naturaleza los gatos comen una variedad de comidas sobre todo pequeños roedores y pájaros, pero también lagartijas, insectos y otras pequeñas criaturas. La mayoría de estas presas tienen en su intestino diferentes tipos de semillas, y otros tipos de vegetación. Esta aportación vegetal que en su dieta suele ser entorno al 10% de las calorías lo recibe el gato de su entorno, ingiriendo la cantidad de fibra necesaria para conseguir una producción normal de heces.

Los gatos son grandes curiosos, a menudo investigan cosas que masticar, prueban nuevas fuentes de alimento. Al masticar se producen una serie de sensaciones como la textura, que hacen deducir al gato si le gusta o por el contrario dejará de llamar su atención desde la primera mordida. En su súper nariz tienen el llamado órgano vomeronasal, se encuentra en el techo de la boca detrás de los dientes delanteros, cuando arrugan el labio superior por ejemplo mordisqueando, perciben olores sutiles y muy interesantes para ellos.

Muchos gatos después de masticar alguna planta, suelen vomitar, haciendo un efecto de purgante, puede que en principio cuando el gato no se acercaba al humano, el origen de los vómitos fuese reducir el número de parásitos en el tracto digestivo. Los motivos de está atracción en el gato de casa es tan variado como el carácter de cada gato, unos les llama su curiosidad, otros por aburrimiento, en cualquier caso para el gato consiste en experimentar nuevas sensaciones que agraden sus sentidos.